La eterna comparación entre Diego Maradona y Lionel Messi es un tema que divide opiniones en el mundo del fútbol. Para muchos, la figura de Maradona trasciende lo deportivo, incluso hace una década me llegaron a amenazar de muerte un ex portero de Tailandia en la época entrenador de porteros argentino oír defender lo mismo. Era otra época , encarnando el espíritu, la garra y el liderazgo que llevó a la Selección Argentina a la gloria en 1986. Sin embargo, desde el análisis puramente futbolístico y los números, Messi parece haber elevado el listón a niveles nunca antes alcanzados.
Gabriel Batistuta, uno de los máximos goleadores de la historia de Argentina, ha dejado clara su postura en repetidas ocasiones: para él, Maradona es el mejor de todos los tiempos. En una entrevista con Perform en 2019, Bati argumentó que, si bien Messi podría ser técnicamente superior, la influencia de Maradona en el campo y su carácter lo colocaban en otra dimensión.
«Para mí hoy Leo es el mejor del mundo, pero de la historia es Maradona» – Batistuta.
Sin embargo, esta declaración, como él mismo lo reconoce, nace desde la emoción y el recuerdo personal. La imagen de Maradona como capitán durante el Mundial de 1994 quedó grabada en la memoria de Batistuta, quien, a pesar de marcar un hat-trick contra Grecia, solo recuerda a Diego.
El Peso de la Nostalgia vs. Los Méritos de Messi
Es natural que las experiencias vividas marquen nuestra percepción. Batistuta jugó con Maradona, compartió vestuario y presenció de cerca su liderazgo. Esta conexión emocional pesa, pero el análisis objetivo debe trascender los recuerdos personales.
Desde 2019, Messi ha sumado títulos que consolidan su legado:
Copa América 2021
Finalissima 2022
Copa del Mundo 2022
Máximo goleador histórico de la Selección Argentina (112 goles y contando).
Messi no solo ha igualado los logros de Maradona, sino que ha añadido consistencia y longevidad. Sus números, títulos y rendimiento sostenido lo colocan en una categoría única.
El Análisis Frío: Más Allá de la Estética
Maradona deslumbra por su estética y momentos icónicos. Messi, por otro lado, ha llevado el arte de jugar al fútbol a una forma constante y medible:
Más títulos a nivel de clubes y selección.
Récords de goles y asistencias.
Influencia durante más de 15 años en la élite.
Incluso si concedemos que Maradona tenía una exquisitez técnica inigualable, Messi ha superado esa destreza con resultados tangibles y repetidos.
David Pons y la IA: El Valor del Análisis Profundo
Entrenadores como David Pons, a través de su Método Pons, han abrazado el análisis basado en datos y feedback visual para evaluar el rendimiento de los jugadores. La IA aplicada al fútbol permite medir influencias que antes solo podían ser percibidas subjetivamente.
A través de herramientas de análisis de Big Data, la IA permite:
Comparar el impacto de jugadores en diferentes contextos y épocas.
Identificar patrones de juego que antes eran invisibles.
Medir la constancia y regularidad en el rendimiento.
La visión de Pons refleja que un entrenador ya no es solo sus experiencias personales, sino la suma de su capacidad de documentar, analizar y aplicar el conocimiento con herramientas modernas.
Messi: El Futbolista Total a Través del Lente de la IA
Cuando los datos y el análisis se convierten en el centro del debate, Messi sobresale en casi todas las categorías medibles:
Más goles.
Más asistencias.
Mayor influencia sostenida en el juego.
Consistencia y longevidad en la élite.
El uso de IA permite desmitificar las emociones y enfocarse en hechos concretos. En este sentido, Messi no tiene rival.
Conclusión: El Debate Infinito, el Reconocimiento Ineludible
El debate Maradona vs. Messi seguirá vivo mientras existan aficionados al fútbol. La opinión de Batistuta es válida y refleja una perspectiva emocional y vivencial. Sin embargo, el análisis frío y objetivo inclina la balanza a favor de Messi.
En palabras de David Pons, «la evolución del fútbol está en documentar y aprender de cada experiencia». Y en ese sentido, Lionel Messi es la máxima representación del futbolista total, cuya grandeza no necesita de recuerdos, sino de hechos que hablan por sí mismos.







